martes, 10 de noviembre de 2015

11 de noviembre

Sobreviví
a la inundación de imágenes
sin sentido,
a la angustia repentina,
al cuerpo que no fue,
a volver a entrar a tu casa
y encontrar a otro.

Sobreviví
a un año de no amor,
a dos pintando la verdad,
a tu mudanza predecible,
al repaso de cada escena,
al final más duro,
al querer encontrarte siempre.


miércoles, 9 de septiembre de 2015

ENCUENTRO

encuentro loco
a la distancia los nervios,
el dolor de panza injustificado
pero en la barra
lo entendí todo.
sensación de lo nuevo
los fuegos artificiales
eran de colores pasteles.
la noche se hizo día.
tus tatuajes,
mi sonrisa,
la idea de no pertenecer,
querer dejar este mundo
y el dolor (lindo),
lindo vos,
linda tu panza,
lindo es volver a sentir.
creer que el mundo
no se acabó.
la esperanza de lo nuevo.
las lapiceras
llenas de tinta.
asomo la cabeza
salgo del agua,
no entiendo como todo
entra en una mochila.
ganas eternas
de cuidarte,
de que me cuides.
rompamos las esposas
dejemos el pasado.
que lo difícil nos seduzca,
que nos tiente el encuentro.

miércoles, 26 de agosto de 2015

costumbre

Me piden que me cuide,
el mundo se parte en dos,
la puta lluvia moja mis zapatillas,
deseo que explote todo,
que todo vuele por los aires,
que lleguemos al infinito,
que conquistemos el pasado,
que filmemos de nuevo,
nunca salen las cosas como quiero,
lloro la película de mi vida,
pataleo como una nena de cinco,
la lluvia inunda la autopista,
y te sigo viendo de reojo,
cantando las mismas partes,
gritando a coro,
caigo otra vez,
subo la escalera,
me tiro de panza sobre la melancolía,
vuelvo a la vieja costumbre,
la mirada de nubla,
olvido quién soy.

miércoles, 29 de julio de 2015

invisibles

El universo silenciado,
las luces encandilan,
la lluvia no moja,
los cuadros no se pintan.
El centro explota,
los amigos no llaman,
la biblioteca se derrumba
y cuando la cuerda se rompe
trato de escaparme.
Abro los ojos.
la cama sigue vacía,
el teléfono no vibró.
suena el mismo disco,
el mundo sigue en guerra.
En el suspiro te encuentro.
tu cuerpo roza el mío,
nos damos el beso
de nuestras vidas.
Somos los invisibles.

miércoles, 17 de junio de 2015

el poema más lindo del mundo

quiero escribir el poema más lindo del mundo
pero qué quedaría para mi amor, mis hijos o para papá y anita
y, sí lo escribo, pensarían que le robe la frase a Sabina.
a veces me preguntó sí vale la pena
escribirte
sí en ese lugar donde estás
tenes acceso a internet
o sí estas palabras llegarán por el viento.
no sé-.
pensar que cuando te fuiste todavía
no eramos momias que dependíamos de un celular.
al fin entendí la frase esa
de que el tiempo todo lo cura
pero aquel que me diga que lo borra,
a ese si que no le creo.
porque yo te siento cerca en 
los vendedores de plantas en juncal,
en la  locura por los departamentos de anita,
en los que aman incondicionalmente
(que hoy no sé sí es tan bueno)
pero ¿quién tiene la formula para el amor?
te veo en los ojos de papá
y, aunque parezca loco,
también te veo en su mujer
porque como vos, da todo por sus hijos.
te siento cuando me hierve la sangre
cuando alguien habla mal de argentina.
te siento en el sol,
no el de los días nublados
sino en ese que brilla y te abraza.
te veo cuando voy a lo de Lilian.
también cuando veo que faltas con tus hermanas
y en betty que ya tiene ganas de estar allá.
¿qué carajo será el allá, no?
te veo en todo lo grande
y en cada vez que hago algo que me hace feliz,
seguro seguís siendo mi fan número uno.
como me hubiese gustado que conozcas a mis amigos
o a mi otra hermana de la vida que me dio la facultad
o que veas lo contenta que esta vicky.
me pregunto qué pensarías del kirchnerismo,
de la música que escucho,
de pablo y de lo que escribo.
¿te acordas cuándo en cuarto grado quería ser poeta?
¿sabrás que conocí al de jarabe de palo?
¿tendrás idea que sos un ejemplo para mi?
ojalá que si.
ojalá sepas que soy feliz y que no hay mucho
para pedirle más a la vida.
ocho años, la puta que lo parió.
ah.
me olvidaba,
feliz cumpleaños donde quieras que estés.

lunes, 15 de junio de 2015

Hechizo

el hechizo
tomo mi cuerpo
y mi alma,
vivo en la cueva.

como el maestro
anestesio
y, cuando no,
elijo la vida que tengo.

por atrás
escucho murmullos
que molestan,
pero ya no duelen.

elijo
y vuelvo a eligir
y, cuando no,
el inconsciente aparece.

en la cueva
ya esos ruidos no molestan,
lo único que siento
es la música.

miércoles, 10 de junio de 2015

estoy

"No contesto.

Tal vez por amor propio, 

tal vez por comodidad".


Estoy en mis libros,
en cada cosa que escribo,
en mis amigos,
en los bocetos,
en cale Corrientes,
en las mesas hasta altas horas,
en los discos,
en bandcamp,
en la futura novela
y en  los arreglos de mi primera canción.
Estoy en los festejos,
(eso nunca cambió).

También estoy
en las luces
en el brillo,
en los besos,
en la guitarra,
en la familia,
en la carne,
en el miedo,
en los sueños,
en MI sueño,
en el estudio,
en la radio,
en salvar al mundo.


En eso ESTOY.

sábado, 6 de junio de 2015

Personaje

Te encontré
en Toby Opio de Dylan.
Me  pregunté
sí alguna vez te había dicho
que sos como el sol al mediodía,
que lo había imaginado todo,
absolutamente todo.
O que sos el personaje
que hubiera creado en algún cuento,
o tal vez, en el cuento de mi vida.
Que sos amor,
lo destilas en tu andar.
En mi cabeza aparece
loopeada una pregunta
¿Estaba todo planeado?

viernes, 5 de junio de 2015

Walter

Anda con los ojos rojos
y con pocas ganas.
Walter no tiene sueños
o aún no los sabe.
Vive el hoy,
come en una panadería
y ama a Agustina.
Lleva una foto de su amor
en el fondo de pantalla.
Vive en la calle
desde los cinco,
lo dice con orgullo.
Saca su carpeta de Boca,
la pasión es compartida.
Sentados en “carne, café y humo”
los dos indocumentados
llenamos el tiempo
con palabras.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Rosario

Un pez recién salido del rió
todavía aletea y pretende escapar.
Una pareja se besa,
en el banco una chica llora.

Dos novios deciden juntarse
para toda la vida.
Mientras que otro
se siente invadido en su casa.

En el monumento flamea
la bandera más linda del mundo.
El río golpea con las piedras,
el himno está en el aire.

De paseo dos amigas,
ya mujeres, corean
una banda indie
que le canta a un barrilete.

Un hombre confiesa
su tragedia amorosa,
suenan Los Redondos,
se destapa otra cerveza.

Boulevard Oroño,
intacto,
da besos que no se olvidan
a los que pasan por ahí.

El viento pega en la cara,
las hojas secas manchan el pasto.
Una porteña se sube al bondi,
el pasado queda atrás.




lunes, 25 de mayo de 2015

Dos días

Un día me enamoré
de tu cama,
de tu gata,
de tu voz,
de tu sonrisa (cuando lo hacías),
de tu humor,
de lo que charlábamos,
de tu lunar en el cachete,
de tu olor a pata,
de la lluvia desde tu ventana,
del beso de despedida,
del los mensajes a la distancia,
de tus amigos,
del River-Boca,
de tu humor de mierda,
de la falta de luz,
de tu la historia,
de los lugares míticos,
de cómo decías Pichincha,
del frío de tu casa,
del secador de tu hermana,
del perro molesto,
de tu flacura.
Un día abrí los ojos,
somos de dos planetas distintos.

domingo, 3 de mayo de 2015

sin voz

El silencio,
el inconsciente.
El escalofrío por la espalda,
el agua en la bañadera.
Tu voz en el teléfono.
Lo nuevo que es eterno, 
lo viejo que es complicado.
La misma esquina,
el mismo cuerpo.
La magia oculta en la sonrisa,
la deslealtad en persona.
El que deshonra,
el  que miente.
El que mira a los ojos
y no cree lo que dice.
El Desafío,
la búsqueda.
Lo sincero,
lo sensible.
El té.
El te extraño no dicho.
La culpa por lo ajeno.
La eternidad del descontento.
El segundo de alegría.
Tu vida,
la mía.
La nuestra,
la que no fue
y la que va a ser.
La búsqueda de lo imperfecto.
Del dicho.
La música.
La música fuerte.
El auricular en la mesa.
La cama y la tentación.
El lugar eterno.
El sueño.
Vivir queriendo que sea un sueño.
Vivir creciendo.
El frio compartido.
La adicción.
El no-compromiso.
La bondad en persona.
Lo desconocido.
Lo distinto  y real.
El calendario.
Los meses que pasan.
El cuerpo igual
o distinto.
La inspiración que vuelve.
Y es por tu voz.

viernes, 10 de abril de 2015

Hoy

Un helado en la vereda,

una flor en la mano.

Los nervios en la piel,

la panza revuelta.

Las ansias en el aire,

las expectativas en más diez.

Hoy es nuestro encuentro,

vamos a todo o nada.

Dos jugadores salen a la cancha

y quieren dejar todo.

Llegó el momento decisivo,

hoy cumplimos lo pospuesto.

Ya lo dice la canción,

 lo nuevo no siempre vino corriendo.








jueves, 12 de marzo de 2015

La despedida

La banda sonora del adiós
es la canción indie más depresiva de todas.

Se terminó ese algo parecido al amor.
La casa en la que íbamos a vivir
va a será ocupada por otros.
Nadie va a querrá escuchar 
la anécdota de la noche que nos conocimos
No habrá domingos de superclásicos.
Ninguno se va a tener que mudar.

Querán botellas de vino por destapar.
Nadie vivirá en la pieza de atrás.
No nos haremos brillar,
No habrá Brasil ni Nueva York
ni pelis ni bises.
las risas risas cómplices
se las lleva el tiempo.

El postigo se cerró,

el silencio le ganó al corazón.




lunes, 9 de marzo de 2015

Hombre

Un hombre que no habla,

es un hombre que oculta.

Un hombre que vive en silencio,

es un cobarde.

Un hombre que oculta sus sentimientos,

no se deja ser.

Un hombre que vive en la oscuridad,

carga con mucho dolor.

Un hombre que no trata de sanarlo,

es un autoboicoteador.

Un hombre que no se juega,

no es un hombre para mí.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Hotel Ecuador


Se podría decir que mi estadía en el Hotel Ecuador fue un tanto encantadora. Todo empezó cuando decidí ir a hacer un curso sobre cine a  Buenos Aires. Evalué todas las posibilidades pero ese hotel resultó ser la mejor. Durante dos meses viví en una ciudad que tiene más humedad que la mía, donde las personas no duermen la siesta y donde nadie se mira a los ojos. Me gustan las grandes ciudades, conocí algunas que me fascinaron, pero Buenos Aires y yo no nos podemos poner de acuerdo.

El dos de enero me tome el bondi hacia la gran ciudad. El viaje duró un poco más de lo estimado. Llegué a Retiro a las diez de la noche, me tome un taxi y le dije la dirección. El tachero no me dirigió la palabra, yo tampoco. Me dejó en la puerta. El hotel no se parecía nada a lo que había visto en las fotos. Estaba dejado y tampoco me habían advertido que al lado había  una guardería. Ya me imaginaba que mi cuarto daba a alguna sala e iba a tener que escuchar a los chicos llorando todo el día. Entré con mala espina, subí las escaleras, abrí la segunda puerta y me recibió Mabel. Ella había sido la persona con la que me había contactado por mail. Parecía de un poco más de cuarenta, tenía un vestido floreado y un rodete en la cabeza. Me trato cordialmente y me indicó dónde quedaba mi habitación. Tenía techo alto, un escritorio apto para cuando quiera dibujar o estudiar y una cama de una plaza y media. Un poco me hacía acordar a mi casa por los ladrillos a la vista. La primera noche me fui a dormir sin comer.

A las dos semanas de haber llegado, ya tenía una rutina: me levantaba, tomaba un café que me hacía Mabel, iba al curso que duraba todo el día por ser intensivo, volvía en subte (ya había logrado tener mi SUBE), pasaba por el Patio del liceo, daba una vuelta, cenaba  por ahí, iba al hotel, trabajaba desde mi computadora y me iba a dormir. Los fines de semana volvía a mi ciudad a ver a mi novia y a los pibes.  Disfrutaba mucho viajar en subte. Me asombraban  las caras de las personas a primera hora de la mañana, esa sensación de desanimo, de tener que ir a trabajar de algo que no les gusta. Mi refugio eran mis auriculares y saber que me esperaban horas y horas de hablar y escuchar sobre cine.

Dos fines de semana me quede en Buenos Aires y salí solo. Es increíble, todas las bandas que me gustan tocan muy seguido en la ciudad de la furia. Dos veces fui al Konex, otra a Salón Pueyrredón y visité el Matienzo. Traté de interactuar con algunas chicas pero la histeria porteña me agota. Al Matienzo lo había conocido por ella, por Sofía. No le quise avisar que estaba viviendo en su ciudad. No le encontraba el sentido y varias veces ya me había ocupado de rechazarla.  Por momentos me parecía verla en la calle. Tenía una cierta paranoia porque ella vive cerca del hotel. Con Sofía tuvimos una relación a distancia pero no funcionó. Lo único que necesitaba era estabilidad y  nunca me la pudo dar. Me rompió el corazón y me costó recomponerme pero al tiempo conocí a una chica, Helena. Después de unos meses ya estaba de novio. Ahora me siento querido, Helena me hace sentir bien.

En “el Ecuador”, así lo bauticé, conocí a Román.  Parece que lo dejó la mujer y tuvo que irse de la casa. Nunca lo supe por su boca, sino por Mabel que siempre que podía trataba de averiguar detalles de la vida privada de sus inquilinos. Román me hacía  acordar a Pappo porque le gusta el Blues pero lo que tiene más parecido es el pelo largo. Al principio no me caía bien porque es bostero y en el partido de verano cuando nos ganaron 5 a 0 no paro de gastarme. Con los días nos hicimos amigos. Cenábamos juntos y tomábamos cerveza y esos fines de semana que me quedé  y, que la calle estaba insoportable por el calor, no nos despegábamos de la televisión y fumabamos faso aprovechando que Mabel se iba a ver a una tía.

Se podía decir que la vida me sonreía. Terminé el curso con buenas notas y sentía que había aprendido mucho. El cine es lo mío, ya ni lo dudo. Para mi despedida Mabel organizó una cena el sábado  y, como estaba agradecido por el gesto, decidí cambiar el pasaje para la madrugada del domingo.  Ese viernes cene con Román y tomamos fernet hasta las cinco de la mañana. Nos pusimos re en pedo. No recuerdo toda la noche con claridad pero sí, las discusiones sobre Maradona y Messi, River y Boca, Rosario y la Capital. El sábado me desperté partido en dos pero tome valor, le saqué un agua a Mabel (que nunca repuse) y salí para el Patio del liceo.  Me quería auto regalar un libro, me lo había ganado.

Camine dos cuadras y media y fui derecho hasta el local del fondo a la izquierda. Escuchaba Artic Monkeys. Todo estaba bien. Salí con mi libro muy contento. Estas reliquias son inconseguibles en la ciudad del río. Y ahí la vi. Sofía estaba sentada con un cuaderno rojo en la mesa de campamento blanca donde yo había estado pasando tardes enteras. Estaba más linda que el carnaval de Pichincha. En ese microsegundo pensé en hacerme en el boludo pero me vio. Dejó de escribir. Su cara no reflejaba asombro y eso me lo dijo con una sonrisa. No sé cuánto tiempo estuvimos mirándonos sin hablar pero el cuerpo me empezó a temblar como me pasaba después de hacer el amor con ella. A Sofía no se le movió un pelo, estaba radiante y por un minuto me miró como cuando nos conocimos: ojos brillosos y sonrisa de labios. “Veo que no cambiaste el cinto” fue lo primero que escuché de ella. No pude evitar reírme, su humor ácido siempre me atrajo. Sacó las piernas de la mesa, agarró sus cosas y las metió en la mochila. Yo no entendía nada de lo que estaba pasando. Me dio un beso en el cachete y antes de que se escape (tenía la sensación de que eso iba a volver pasar) le pregunte como estaba y me contesto “yo muy bien, me tengo que ir”. Hizo dos pasos hacia la puerta rosa, dejo de caminar, se dio vuelta y  dijo mirándome seriamente “espero que seas muy feliz”. Se fue. Me quede helado. El tipo que regaba las plantas lo había visto todo e instantáneamente se acerco hacía mi y con una sonrisa cómplice lanzó un “pibe, esta mina viene todos los sábados y sabes que siempre me pareció que esperaba alguien”. Lo miré pero no le pude contestar nada. Dejé que se vaya.

Esa noche traté de no pensar en lo que había pasado. Comimos unas pizzas caseras que hizo Mabel y Román invitó una sidra.  Fue una cena con muchas anécdotas y risas. Iba a extrañar a mi nueva familia. Prometí volver y les dije que cuando viajaran para allá ya sabían que tenía una casa. No lloré pero sentí nostalgia. Partí para Retiro en taxi. Una vez en el colectivo, pensé en Sofía y en su reacción. Yo estaba seguro de que cuando nos viéramos ella me iba a volver a decir que me amaba y que me extrañaba pero no, sólo dijo esa frase hecha aunque sentida. Mirando la ventana y dejando las luces brillantes atrás, me di cuenta porque esta ciudad y yo no nos llevamos bien. Buenos Aires siempre me recuerda a esta historia de dos corazones desencontrados. 

martes, 17 de febrero de 2015

SOMOS

Somos los esperanzados,

los que nos gusta la música,

los que vivimos el momento,

los que una canción nos cambia el día.

Somos los que creemos,

los que ahorramos peleas    
      ,
los que alguna vez nos

hicimos amigos de la locura.

Somos los infantiles,

los que soñamos despiertos,

los que un libro nos abre la cabeza.

Somos los que volamos,

a veces con ayuda, a veces no.

Somos los mismos de siempre,

y al mismo tiempo no sabemos 

quien carajo somos.

Somos los divertidos,

los raros,

los que tenemos anécdotas,

los que sufren más que el resto.

Somos los que bajoneamos,

los que nos sentimos manipulados 

por los medios de comunicación.

Somos los que peleamos en la batalla,

los que descansamos de día,

los que amamos la noche.

Somos los hijos del Rock.

Somos los libres.

sábado, 31 de enero de 2015

deseo

Deseo
que los hombres recuerden
como se trata a una mujer,
que un "me gustás"
deje de ser un suicidio,
que el que tenga que volver
lo haga ahora o nunca
y que los giles se vayan
para siempre.

Deseo
paz para el alma,
menos juegos peligrosos,
más claridad,
menos bailes hasta la madrugada,
más besos en las paradas de colectivos,
menos frases hechas
y, sobre todo,
más respeto al corazón ajeno.

domingo, 18 de enero de 2015

Reflexión de un día de lluvia

Y un día abrís los ojos. Te das cuenta que no estuviste siendo buena con vos  misma.

Que por unos días, o algunos cuantos, te volviste tu propia peor amiga.

Que todo lo que te estaba haciendo mal estaba dentro de tu cabeza.

Que aquel o aquello que no podías superar es tan sólo una pintura que creaste en tu cabeza.

Y entendés que nadie es mejor que vos, que ninguna situación puede llevarte a lugares oscuros.

Que vos sos única y que la única manera que el mundo gire a tu favor, es sí vos te la crees, sí vos realmente tenés ganas.

Ya no queda nada que puedas arreglar del pasado y tampoco podes seguir preocupándote por el futuro porque todavía no existe.

Sólo existe el hoy.

Logras ver que todo lo que pasó fue por algo.

Y que muchas de las mejores experiencias que tuviste últimamente fueron consecuencia de lo que no ocurrió y que supuestamente duele.


Todo es posible.

martes, 13 de enero de 2015

nostalgia

Despierto 
y sigo sola 
en la cama,
afuera llueve
y las persianas 
de madera 
no están,
tampoco
la gata
muerde cuando
duermo,
sigo en 
la misma 
ciudad,
no suena 
el teléfono 
por las  noches
ni llegan barcos 
de nuevas
canciones.

sábado, 3 de enero de 2015

Una canción

Necesito escuchar una canción

que me cambie la vida. 

Necesito que me haga sentir

que todo es posible,

que le saque el gris a estos días

y los llene de color,

que haga explotar mis oídos y

logre que mi boca no pueda dejar de tararearla.



Necesito enamorarme de una canción

que me haga sentir que estoy viva.

Necesito que por favor me saque 

de esta película pochoclera,

que me muestre que todavía 

quedan pibes piolas

y que me invite a bailar y bailar.

Que me libere.



Necesito encontrar una canción

que me estalle la cabeza.

Es hora que borre las grietas.

Que ponga magia donde la hay.

Necesito que revolucione el alma,

que prepare el cuerpo para lo nuevo y

que urgentemente me saque de 

este aburrimiento extra large.