lunes, 6 de enero de 2014

La gente que anda triste


Hace algún tiempo leí la frase “ser feliz es una elección”. Muchas veces me la repetí y se lo dije a muchas personas pensando que realmente uno tiene en la palma de su mano esa decisión. Pero estos últimos días pude observar que por la vida te vas cruzando con personas que están tristes. No lo dicen. Tan sólo viéndolas a los ojos te das cuenta.
A partir de esto me empecé a preguntar: ¿Qué pasa cuando el dolor es más fuerte? ¿Cómo puede uno elegir ser feliz cuando la tristeza atraviesa todo el cuerpo? ¿Cuánto tiene de real esa frase?

Pensando y pensando llegue a la conclusión de que no sé sí es posible o no. De lo que si estoy segura es que se puede ayudar a aquel que no la está pasando bien. Uno no puede solucionarle los problemas al otro. Hay algunos que nadie puede  como por ejemplo las enfermedades terminales, depresiones, el hambre, etc. Lo que queda es aportar lo que uno tiene . A veces con mirar fijamente y preguntando ¿cómo estas? ¿cómo te sentís? Un mar de lagrimas y palabras pueden salir del que tenes en frente.  Eso ya es mucho. La carga que tiene la tristeza a veces pesa más que nuestro propio cuerpo. Ayudemos al otro a liberar. A liberarse. 

Miremos un poco más. Observemos aún mejor. 

Una palabra, una pregunta, un gesto, un regalo o un abrazo puede modificar el día del otro. 

Modifiquémonos.

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