Hace un tiempo que no me siento cómoda.
Hace tiempo que algunas charlas se me han vuelto una carga
y este es mi momento de decir adiós.
No es un adiós para siempre
ni tampoco siento que les estoy dando la espalda
sino que ser feliz
(o la imagen que yo tengo de ello)
lo
veo distinto a la suya.
No me juzguen.
Sí no atiendo el teléfono,
no es la muerte de nadie
es tan sólo que tal vez no estoy preparada.
O tal vez no tengo ganas.
Y sí es que no estoy,
por un rato te va a molestar
pero después te vas a acostumbrar.
Y si realmente necesitas de mí,
sabes dónde me vas a poder encontrar.
Puede que moleste
pero
necesito que ya no me duela nada
que nada me asuste,
que nada me prohíba ser quien de verdad soy.
No se preocupen.
Voy a estar bien
buscando mi felicidad.
lindísimo, lidísima
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