martes, 10 de junio de 2014

Camino

Y de repente estaba parada sola.

Mi corazón y yo.

Mi cabeza y yo.

Mis inseguridades y yo.

En frente estaba mi camino.

Un camino bello y complejo a la vez.

Lleno de desafíos

y puertas que se abrían

una tras otra.

Se veían flores amarillas,

rosas con espinas

y algún yuyo mal cortado.



Una vez derribada la pared,

por primera vez

me enfrenté a lo que venía.

Acepté que llegaba lo nuevo.

Y ahí estábamos

frente a frente

mi camino y yo.

Lo mire y llore.

Mire para atrás y

llore aún más.

Pude ver a personas

que ya no reconozco.

Rostros empañados

y cuerpos deformados.

Lugares y conversaciones sin sentido

se escondían en la niebla.

Di media vuelta

y me fui hacia la luz.

Atrás quedo lo oscuro,

lo no claro.


Y así fue como me fui en búsqueda

de mis sueños y de la verdad.

Pero hay algo que olvidé.

El sol  brillaba más cuando éramos dos.

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